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Salud mental, cuidadores y COVID-19

La Organización Mundial de la Salud definió la salud mental desde el (2010) como una amplia gama de actividades relacionadas con el componente de bienestar mental incluyendo en esta la definición de salud la cual ha sido desde el 2001 «como un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia», por lo que, estar bien o sentirse bien no es una cuestión meramente corpórea, sino que, trasciende a otras esferas atravesando nuestro ser y saltando deliberadamente por nuestros sentimientos, pensamientos y acciones (y omisiones de acciones), todo lo anterior  enmarcado en un espacio y un tiempo como si fuera un cuadro en movimiento, cobrando vida en el día a día y configurando nuestra experiencia como seres humanos inmersos en un contexto social, político, económico, geográfico, etc.

            Por lo anterior podemos entender que la salud mental en Colombia nos lleva a un panorama el cual muchas veces es difuso, incoloro y algo confuso, por lo que es importante despejar esas nubes y aclarar que la salud mental es mucho más que la ausencia de trastornos mentales, puede ser el sentimiento de angustia por no tener con qué pagar los recibos que no paran de llegar, puede ser la frustración que aparece al no saber qué hacer ante una determinada situación o incluso puede ser esa sensación de vacío o desasosiego que puede aparecer un día al levantarse de la cama, por lo que el integrarse con todo el sistema de salud médico es indispensable con el fin de recibir una atención integral (Amiel & Ulitzur, 2020), recordar que ¡no hay salud sin salud mental!, por lo que el “no se preocupe mija yo estoy bien, no me duele nada”, no es suficiente y se debe indagar más allá, este ejercicio debe ser sin pereza, genuino y auténtico, no dejar pasar estas señales ya que, existen altos riesgos de estar cursando por un momento de tristeza, desespero y frustración especialmente con emergencia COVID (Gallagher & Wetherell, 2020).

            Antes de dar continuidad es importante tener la perspectiva mundial que hay respecto a salud mental para normalizar nuestra situación, es normal sentirse abrumado, aburrido, frustrado, angustiado, etc. Es una situación nueva para todos, a pesar que muchos de los cuidadores ya se encuentran familiarizados con algunas dificultades relacionadas con el acceso a algunos servicios de salud, dificultad en consecución de medicamentos, desconocimiento del sistema general de salud, entre otras cosas a las que como cuidadores ya enfrentaban se presentan actualmente con más intensidad.

            Al hacer un recorrido mundial sobre las afecciones de salud mental o problemáticas relacionadas ya sean trastornos mentales, neurológicos y/o por consumo de sustancias se estima que el 10% de ellos tienen mortal total de la población mundial, y otros quienes cursan con algún tipo de estas problemáticas y otro 30% cursa con estas enfermedades que son no mortales, actualmente 1 de cada 5 niños y adolescentes cursa con un trastorno mental, la depresión afecta a más de 264 millones de personas en el mundo y se ha constituido como una de las principales causas de discapacidad, cada año cerca de 800000 personas se quitan la vida, cada 40 segundos una persona se quita la vida, el panorama parece ser peor ya que, se ha demostrado que en entornos afectados por conflictos, como lo es en Colombia,

aproximadamente 1 de cada 9 personas presenta algún trastorno mental moderado o grave, las personas con trastornos mentales graves mueren de 10 a 20 años que la población general (OMS 2019).

            Últimamente se ha hablado mucho acerca de la labor titánica que desempeñan los profesionales de salud en las diferentes líneas de atención para paciente COVID 19, la cual sigue siendo de admirar, y sin restarle su valía y vocación, se debe resaltar también a aquellos héroes que se encuentran en los domicilios, en los centros geriátricos, etc. A los cuidadores, quienes configuran uno de los pilares al interior de estos hogares, se ha encontrado evidencia que indica los cambios asociados a la pandemia como inseguridad financiera, sobrecargo en el cuidado, el confinamiento, aumento en sensaciones de estrés, acumulación de personas cambios en la estructura social asistencial y la rutina son solo unas de las múltiples variables que puede dar cuenta del riesgo y también de la resiliencia de estas personas, realizan recomendaciones de reforzar mucho más que antes procesos relacionados al interior de la familia como la organización, la comunicación y las creencias (Prime, Wade & Browne, 2020).

Sun y su equipo de trabajo (2020) llevaron a cabo un estudio cualitativo donde recogieron las experiencias y reportes de un grupo de cuidadores y pacientes quienes refieren:

  1. Cantidad significativa de emociones negativas en etapa inicial
    1. Fatiga, malestar e impotencia generados por el trabajo de alta intensidad y uso de elementos de protección personal.
    2. Miedo de infecciones virales y preocupación latente por el familiar
    3. Ansiedad generada por la falta de conocimiento, cambios ambientales y presencia de extraños
    4. Preocupaciones bidireccionales con sus propios familiares (por infectar o infectarse)
  2. Estilos de afrontamiento y autocuidado
    1. Ajuste psicológico activo o pasivo
    2. Ajuste a los eventos de la vida
    3. Tomar la iniciativa de ser altruista y buscar el apoyo del equipo «la unión hace la fuerza»
    4. Ajustar cognición para enfrentar la situación de manera racional
  3. Crecimiento bajo presión
    1. Incremento en sentimientos de afecto y sentimientos de gratitud
    2. Responsabilidad e identidad con las actividades a realizar
    3. Autorreflexión (que pasa conmigo, que lo ocasiona, que puedo hacer o dejar de hacer)
  4. Las emociones positivas se produjeron de forma simultánea o progresiva con las emociones negativas.
    1. Confianza en el gobierno, el entorno médico y la capacidad de auto prevención.
    2. Calma y relajación en el trabajo y con los pacientes.

Felicidad de múltiples fuentes de apoyo social.

En resumen, se cuenta con evidencia correlacional en que la aparición del COVID19 exacerba los síntomas de la mala salud mental en los cuidadores (Gallagher & Wetherell, 2020) dichos síntomas muestran prevalencia de signos y síntomas (lo que siento y pienso versus lo que otros piensan y ven de mi) relacionados con ansiedad, depresión y problemas del sueño, además de un incremento en el estrés ocasionado a la enfermedad COVID 19 y sus otros agregados ya mencionados (Li & et. Al, 2021).

            Desde + Americano de Psiquiatría Geriátrica en noviembre del 2020, plantean dos tipos de fuentes con vivencias relacionadas con los cuidadores por un lado las que son directamente relacionadas con el rol de cuidador durante la pandemia y otras cuestiones que no se relacionan directamente con el rol de cuidador durante la pandemia, por lo que se plantea la prestación de servicios de ayuda como grupos de ayuda por video, videoconsultas, intervenciones basadas en la persona por teleconsulta.

            En conclusión, la salud mental en el mundo y en nuestro país aún se encuentra en un punto rudimentario y no por falta de investigación o de conocimiento del tema sino por escasez en programas de política pública e interés de las diferentes aseguradoras en dar cobertura a estas problemáticas el entenderlo como un problema aparte, muchas veces los cuidadores se alinean a la anterior afirmación y dejan también su salud mental e incluso física relegada, la pandemia por el virus SARS COV 2 nos ha permitido evidenciar la dificultad que tenemos en procesos de adaptación, regulación emocional, reestructuración cognitiva de la situación y sobre todo la dificultad de los cuidadores en pedir y recibir ayuda.

            En Health & Life IPS, hemos percibido estas necesidades en salud mental, hemos escuchando a nuestros trabajadores, pacientes, a sus familiares, amigos y conocidos, en respuesta hemos tenido más de 40 casos de éxito en entrenamiento en habilidades de manejo en crisis emocionales, hemos atendido a más de 1300 usuarios en nuestros diferentes ámbitos de atención (hospitalización, ambulatorio y plan de atención domiciliaria) en las ciudades de Bogotá, Santander y Boyacá, dando respuesta de atención a usuarios en curso de signos y síntomas ansioso-depresivos, dificultades relacionadas con trastornos de la adaptación, trastornos del sueño, crisis suicidas, problemas intrafamliares, problemas de pareja y acompañamiento en curso de muerte. Actualmente nos encontramos desarrollando nuestra ruta integrada de salud mental una innovadora forma de atención para dar estar más cerca de nuestros usuarios y respuesta a esas problemáticas de salud mental que como nos dimos cuenta no solo son incapacitantes, sino que cada vez más personas las que necesitamos el acceso y disponibilidad en estos servicios.

Articulo escrito por: Health and Life IPS.

BIBLIOGRAFIA:

Amiel, G., & Ulitzur, N. (2020). Caring for the Caregivers: Mental and Spiritual Support for           Healthcare             Teams During the COVID-19 Pandemic and Beyond. DOI   https://doi.org/10.1007/s13187-          020-01859-2. Recuperado de:       https://link.springer.com/article/10.1007/s13187-020-            01859-2

Gallagher, S & Wetherell, M. (2020). Risk of depression in family caregivers: unintended consequence of COVID-19. DOI https://doi.org/10.1192/bjo.2020.99. Recuperado   de:             https://www.cambridge.org/core/journals/bjpsych-open/article/risk-of-         depression-in- family-caregivers-unintended-consequence-of         covid19/65EAC3BD84DAE8EDE57701E169BE92A9

Li, Q., Zhang, H., Zhang, M., Li, T., Ma, W., An, C., Chen, Y., Liu, S., Kuang, W., Yu, X &            Wang, H. (2021) Prevalence and Risk Factors of Anxiety, Depression, and Sleep      Problems Among Caregivers of People Living With Neurocognitive Disorders During            the COVID-19 Pandemic. DOI https://doi.org/10.3389/fpsyt.2020.590343.    Recuperado de: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpsyt.2020.590343/full

Li, Q., Zhang, H., Zhang, M., Li, T., Ma, W., An, C., Chen, Y., Liu, S., Kuang, W., Yu, X &            Wang, H. (2021). Mental Health Multimorbidity among Caregivers of Older Adults     During the COVID-19 Epidemic. DOI https://doi.org/10.1016/j.jagp.2021.01.006.        Recuperado de:             https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1064748121000178

Niuniu Sun, Luoqun Wei, Suling Shi, Dandan Jiao, Runluo Song, Lili Ma, Hongwei Wang,            Chao Wang, Zhaoguo Wang, Yanli You, Shuhua Liu, Hongyun Wang, A qualitative        study on the psychological experience of caregivers of COVID-19 patients, American   Journal of Infection Control, Volume 48, Issue 6, 2020, Pages 592-598,ISSN 0196-     6553, https://doi.org/10.1016/j.ajic.2020.03.018.             (http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0196655320302017)

Organización Mundial de la Salud. (2018). Salud mental: fortalecer nuestra respuesta.     Recuperado de: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-            strengthening-our-response

Organización Mundial de la Salud. (2019). Salud Mental. Recuperado de: https://www.who.int/es/news-room/facts-in-pictures/detail/mental-health

Prime, H., Browne, D., & Wade, M. (2020). Risk and resilience in family well-being during            the COVID-19 Pandemic. American Psychological Association. DOI      http://dx.doi.org/10.1037/amp0000660. Recuperado de:          https://psycnet.apa.org/fulltext/2020-34995-001.pdf

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